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UN CU3NTO D3 P1R4T45

Rubén
4 min readMay 4, 2019

Había una vez un hombre llamado Simón, que decidió embarcarse una noche al bar con más fila de la ciudad para encontrar a otro hombre con el cual volver a su apartamento.

Una vez entró, se sentó en la barra y pidió un vaso de ron con hielo. Le dio la espalda al barman y miró la pista de baile. Pensaba en quién sería el hombre que lo acompañaría. Pensaba en qué le iba a decir.

Al acabar la canción alguien se sentó a su lado.

El hombre pidió una cerveza y miró fijamente a Simón que le dio la mano pensando en que podría ser él.

— Mucho gusto, Gustavo — dijo el hombre apretando la mano de Simón como si fuera la última cerveza en un día de calor.

— Mucho gusto, Simón.

Simón hizo un par de preguntas estándar y recibió las respuestas que esperaba acompañadas de las miradas que quería. Siguieron la conversación con una cerveza, que Simón invitó. Gustavo le contó que había entrado con unos amigos pero que en un momento los perdió de vista, y buscándolos en la marea de gente lo había encontrado a él, sentado en la barra.

— ¿En qué trabajas? — preguntó Gustavo.

Esa era la pregunta, para la que Simón se preparaba todas las noches.

— Soy pirata — respondió Simón, como tantas veces y como tantas veces dejó su cerveza vacía en la barra, esperando la predecible, pero adorable respuesta.

— ¿Pirata? — se sorprendió Gustavo y después hizo lo que tantos otros — ¡Dos rones con Coca Cola! Le gritó al mesero.

La Coca Cola no era su acompañante preferido, pero no iba a arruinar su coqueteo.

— ¿Y por qué no me cuentas de tus aventuras?

Gustavo sacó su celular, escribió algo, borró las demás ventanas que tenía abiertas y lo dejó en la mesa, lo hizo todo con la confianza de quién está a punto de ver el video de Youtube que empieza después del video que pusiste.

— Te podría contar de cuando encontramos el tesoro de The Revenant sin marca de agua para los críticos, o del día en que llegamos antes que nadie a tener en nuestros servidores el capítulo de los dragones de Game of Thrones, incluso antes que HBO.

Gustavo se rió y dejó unas gotas de ron en su bigote.

— Entonces eres de esos piratas ¡mucho mejor! — le dijo acercándose — pero ¿eso no es ilegal?

— Es ilegal pero es muy difícil que nos atrapen. Además, como algunos lo ven, es un ejercicio de redistribución, los que pierden si alguien pierde, son los dueños de las casas productoras, y ellos ya tienen suficiente dinero. — Simón se acomodó para mirar mejor a Gustavo — En realidad lo más grave que me podría pasar es que me descubriera el grupo.

— ¿Estoy sentado con un pirata encubierto entonces?

Gustavo le guiñó el ojo y le paso la mano por la pierna.

— Para nada, solo aveces hago encargos para otras personas que no son ellos, en esos grupos se obsesionan con la exclusividad, pero esa conversación es aburrida ¿otro ron?

Simón nunca había tenido que hablar sobre la legalidad o ilegalidad de su trabajo, tampoco sobre ser estar traicionando al grupo, esto le molestaba un poco, pero como todo lo que le molestaba, lo excitaba.

— A mí no me aburres para nada — respondió Gustavo.

El Barman les pasó dos rones más y les hizo una seña de que los pagaba la casa.

— Entonces te podría contar de la gran guerra de los Doxeos entre XT4CT1CX y nuestro grupo, o de el día en que enviamos tantos mensajes a los computadores de nuestra competencia que logramos subir la versión de Avengers Age of Ultron dos segundos antes, o de todos los archivos que se han perdido en el misterioso servidor TR14NGL3.

— Y ¿cómo te llamas en el mundo de la piratería? — le preguntó Gustavo acercándosele al oído y dejando su oido al frente de su boca.

— Podrías adivinar — le respondió Simón con un mordisco.

Gustavo se volvió a sentar, tomó su trago, dio un sorbo, revolvió con el dedo y después de chuparlo dijo.

— ¿Jack?

— No.

— ¿Morgan? — Preguntó Gustavo dejando caer su culo de la silla alta del bar.

— Ehmm, no.

— Ya sé, M0RG4N pero en vez de o es un cero y en vez de a es un cuatro.

— Tampoco. — Simón se divertía con las adivinanzas, casi nunca lo descubrían. — Pero sigue.

— S1MB4D. — Dijo por fin. — ese, uno, eme, be, cuatro de, S1MB4AD.

Simón se preguntó cómo había hecho para encajar tan rápido los números y las letras, él mismo se había demorado en deletrearlo. Pero no tuvo mucho tiempo para pensar porque Gustavo ya estaba frente a él, listo para reclamar el premio por adivinar.

— Besas muy bien S1MB4D es una lástima que te vayas a quedar sin tripulación.

Gustavo se limpió el bigote, escribió un mensaje en su celular y se perdió entre la pista de baile.

Simón escuchó como el Barman ponía una cerveza a su lado, el sonido lo aturdió.

— Esta cerveza es de parte del grupo. Le dijo el barman.

La cerveza se llamaba IPA Blocked, tenía una etiqueta gris que asemejaba glitches y la I y la P estaban en rojo.

La mano de Simón tomó la cerveza de la barra. Le dio un trago. Después pensó en bailar o en empezar una pelea, pero decidió que era mejor volver a su apartamento.

En su computador encontró los mensajes. Ya no era parte del grupo. Ya no era un pirata.

Simón le dio otro trago a la cerveza y derramo el resto sobre su teclado.

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Written by Rubén

Perdedor serial de concursos literarios.

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