
No soy tan quisquillosa para dormir. Solo tengo un par de condiciones: no puedo dormir con ruidos y tampoco puedo dormir si el televisor está encendido. No puedo evitar ver lo que sea que esté mostrando. No puedo evitar pegarme a la pantalla.
Hoy no puedo dormir, pero no es el televisor. No se trata tampoco del ruido de afuera. El ruido que no me deja dormir viene de aquí adentro. De mi habitación. Viene de una criatura que se instaló en una esquina. Una criatura de color oscuro, con pelos que no se ven de lejos, pero se pueden distinguir de cerca. El ruido no es constante. Es más bien como un sonido que se tropieza. La criatura comienza a hacer el ruido. Luego se detiene. Pero después vuelve. Si por lo menos fuera constante sería capaz de dormir. No soy tan quisquillosa.
He pensado en hacer algo para sacarla de la habitación. Pero cada vez que me acerco se mueve. Cuando se mueve me voy lo más lejos que puedo, me da miedo y un poco de asco. Quisiera que me dejara dormir en paz. Se lo digo, pero creo que no me escucha. O no me entiende.
Me acerco a toda velocidad, pero reacciona. Me esquiva. Vuelvo al ataque, pero ahora la criatura también ataca. Mueve sus patas. Las choca provocando ruidos insoportables. Seguimos esquivándonos la una a la otra. La criatura golpea la pared blanca. Sigue así hasta que decide que es suficiente y adopta la posición en la que ha estado toda la noche. El ruido cesa. Yo aprovecho el momento y vuelvo a mi esquina, en la parte alta de la habitación, cerca de la luz que lleva apagada un tiempo, pero todavía emite calor.
Podría matara a la criatura que duerme en la misma habitación que yo. Pero no lo haré. A veces me tranquiliza mirar a ese ser peludo que se cubre con cosas peludas. ¿Por qué lo que usa para cubrirse, se parece tanto a su piel? ¿Se cubren estos seres con pieles de sus hermanos?
Que asco, pienso mientras mis ojos, uno por uno, se cierran. La habitación ahora es estable. Nada se mueve. El ruido cesó. Al final no necesito tanto para dormir, solo un poco de silencio, tal vez un poco de calor.